Eli es una luchadora de alma, que se vuelve sofisticada y prolija a la hora de tejer. Busca autosuperarse todos los días, como si los desafíos de la vida no pudieran hacerle frente. Es alegre, sincera, ruidosa y determinada, y quizás eso la hace una tejedora excepcional.
Cuando nací, me esperaba con una mantilla igual a la que está publicada en la tienda, y que al día de hoy conservamos. Espero que todos puedan disfrutar de sus tejidos como hice yo desde ese momento, y que puedan conservarlos como tesoros que guardan recuerdos felices.
Su hija, Dai.